El reglamento pretende una reducción notable de las emisiones contaminantes y, en principio, entrará en vigor a mediados de 2025.
La normativa Euro 7 está suscitando muchas conversaciones y atención en el seno de la automoción. No en vano, si nada ni nadie lo impide entrará en vigor a partir del 1 de julio de 2025. Eso sí, con la excepción de los camiones, que empezarán a pagar por sus emisiones en 2027. Sin embargo, al respecto se han pronunciado voces críticas, como la de la Asociación Europea de Fabricantes de Vehículos (ACEA), que criticó la propuesta asegurando que “puede ralentizar” la transición hacia el transporte de cero emisiones, y la del presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, quien aseguró en su discurso del Congreso Faconauto que su implantación puede incrementar la polarización de la movilidad.
Dicho esto, es conveniente explicar las claves que pueden ayudar a entender a todos lo que implica la normativa Euro 7, que obedece a los objetivos de la Unión Europea en materia de emisiones con el año 2035 en el horizonte.
LA COMISIÓN EUROPEA ESPERA REDUCIR UN 35 % LAS EMISIONES DE ÓXIDO DE NITRÓGENO
La principal impulsora de la normativa Euro 7 espera una reducción notable de las emisiones de óxido de nitrógeno en comparación con su antecesora Euro 6, de forma que el umbral bajará de los 80 mg/km a 60 mg/km, mientras que las partículas finas se mantienen en 4,5 mg/km. Además, el control de las emisiones presume de ser más sofisticado, con un seguimiento constante a lo largo del ciclo de vida gracias a los sistemas instalados en los coches, capaces de obtener datos en tiempo real.
UN AUMENTO DEL PRECIO DE LOS VEHÍCULOS
Este punto es uno de los argumentos más destacados por los detractores de la Euro 7, y es que la Comisión Europea prevé un incremento de los precios de los vehículos: entre 90 y 150 € en el caso de los coches y sobre los 2.500 € en lo que respecta a los pesados. Esto se debe al hecho de que los fabricantes tendrán que centrar sus esfuerzos en la elaboración de motores más potentes y con mayor cilindrada, circunstancia derivada de la introducción de nuevos sistemas.
A pesar de ese esfuerzo extra que tendrán que hacer los conductores y las empresas, el comisario de Mercado Único, Thierry Breton, calificó la Euro 7 como una medida “equilibrada y necesaria para proteger el clima”.
NO AFECTA POR IGUAL A LOS DIÉSEL Y GASOLINA
Las restricciones de la Euro 7 no establecen las mismas reglas para los coches propulsados por diésel y los que hacen lo propio gracias a la gasolina. Los primeros serán los más perjudicados, ya que la Comisión Europea pretende reducir a la mitad sus emisiones de óxido de nitrógeno respecto a la Euro 6.
Por su parte, los coches de gasolina tendrán que hacer un ajuste en sus motores que les permita reducir su baremo de emisiones en este sentido hasta un 40 %.