La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) considera necesario desarrollar una economía de escala para que los ‘e-fuels’ tengan un precio competitivo.
La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos cree necesario que exista certidumbre para acometer las inversiones milmillonarias que son necesarias para impulsar los combustibles sintéticos. De este modo, para que los ‘e-fuels’ puedan alcanzar un precio competitivo, similar a los de los carburantes fósiles actuales, es necesario que se desarrolle una economía de escala en torno a los mismos.
La organización ha clasificado como positiva la noticia que contempla que se puedan vender vehículos que utilicen combustibles sintéticos más allá de 2035. Asimismo, remarca la importancia de definir antes de otoño el papel de los ‘e-fuels’ para ver cómo se matriculan los coches propulsados por este tipo de combustibles.
Sin embargo, lamentan que la normativa europea haya dejado de lado a los biocombustibles, los cuales también son neutros en emisiones.
BONIFICACIONES QUE PERMITAN ALCANZAR COMPETITIVIDAD
Una de las posibilidades fiscales para conseguir reducir el precio de los combustibles sintéticos es bonificarlos al principio. De este modo, existirá un margen para alcanzar la competitividad deseada en relación con los carburantes fósiles actuales.
“El exorbitante coste del combustible sintético solo estaría al alcance de los conductores más pudientes, lo que empujaría a algunos conductores que vayan a comprar motores de combustión certificados para funcionar con gasolina sintética a eludir las normas y comprar gasolina fósil en su lugar”, comenta la organización en un comunicado oficial.
Según un análisis realizado por T&E, la gasolina sintética podría alcanzar los 2,80 euros por litro en 2030, un precio muy superior al de la gasolina normal actual.
ADAPTACIÓN DE LOS VEHÍCULOS
Los vehículos con motores de combustión actuales podrían utilizar los carburantes sintéticos sin grandes modificaciones. Aquellos coches que los empleen tendrán que disponer de unos sensores que bloqueen el automóvil en caso de que el usuario haya repostado con un carburante fósil.