La normativa obliga a reciclar el 90% del níquel y el cobalto y el 50% del litio utilizado para 2027
La Unión Europea ha aprobado una nueva ley para reducir el impacto de las baterías de los vehículos eléctricos en el medio ambiente. Esta normativa, que entrará en vigor en julio de 2024, obliga a los fabricantes de baterías que vendan en Europa a informar sobre la huella de carbono total de su producto, teniendo en cuenta todo el proceso desde la minería hasta la producción y el reciclaje.
Con estos datos se establecerá un límite máximo de emisiones CO2. Pese a que actualmente ya son más eficientes en términos de recursos que la gasolina y el diésel, queda mucho trabajo por hacer. Así, para 2027, la ley obliga a los productores de baterías a reciclar el 90% del níquel y el cobalto que utilicen en sus procesos, y el 50% del litio. Porcentajes que crecerán aún más de cara a 2031, 95 y 80% respectivamente, contribuyendo a alcanzar los objetivos de sostenibilidad de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente.
Desde Transport & Environment (T&E) sostienen que el reglamento de baterías es “un cambio de juego” para el abastecimiento, la producción y el reciclaje de baterías para vehículos eléctricos, sirviendo de ejemplo para impulsar el desarrollo ecológico a nivel mundial. “Las baterías ya son más sostenibles que quemar petróleo, pero todavía pueden ser mejores”, afirma Alex Keynes, gerente de vehículos limpios de T&E.
Beneficios de esta nueva normativa
Para T&E esta nueva ley supone un auge en la industria de baterías de Europa. Por ello, la ley garantizará que los productos fabricados en Europa no estén socavados por baterías importadas y fabricadas con energía basada en carbón que no tiene en cuenta los derechos laborales y humanos. En otros términos, impulsará inversiones para que la capacidad de reciclaje y los empleos locales en Europa aumenten.
“La ley ayuda a nivelar el campo de juego entre la industria de baterías de Europa y las importaciones que están sujetas a estándares mínimos. Los productores globales pueden invertir en procesos de producción más limpios y nueva capacidad de reciclaje en Europa sabiendo que aquí tendrán un mercado garantizado para baterías ecológicas”, explica Keynes.
Esta nueva ley tiene muchos parámetros por definir, pero la realidad es que las nuevas reglas de huella de carbono entrarán en juego para el próximo verano y los productores de baterías tendrán que demostrar que utilizan energía renovable.