Una renta per cápita alta, gran infraestructura de recarga, apuesta por la fabricación de baterías… son algunas de las claves.
Noruega está en camino de despedirse de los motores de combustión. Según un último estudio realizado por la Federación Noruega de Automóviles (NAF), para abril de 2022 todas las ventas de vehículos nuevos del país serán de coches eléctricos. Esto supondría adelantar casi tres años el objetivo establecido por el Gobierno noruego. Pero, ¿cómo han conseguido semejante hito?
En el mes de septiembre, último del que hay datos, Noruega ha marcado un nuevo récord de ventas de vehículos eléctricos: 17.992 automóviles eléctricos e híbridos recargables vendidos. Esta cifra supone el 77,5% del total de las ventas. Conocidas estas cifras, el representante del gobierno noruego, Thor Egil Braadland, cree que todo apunta a una “tumba temprana” para los vehículos de combustión interna.
La principal clave del éxito noruego está en las exenciones fiscales, acompañadas de mayores gravámenes a los motores de combustión. Sin embargo, su éxito también está en otros factores como:
La renta per cápita
Un reciente estudio de ACEA demuestra que la expansión del coche eléctrico sigue condicionada a la renta per cápita de cada país. Hecho que confirma que la cuestión económica es una de las principales barreras de entrada al vehículo eléctrico por parte de los consumidores.
Esta barrera no existe en Noruega donde en 2020 el PIB per cápita fue de 59.180€. Esta cifra le coloca en el número 6 de un ranking de 196 países.
Apuesta por la fabricación de baterías
Noruega también presenta un ambicioso plan de desarrollo de gigafactorías de baterías eléctricas. Contempla hasta 4 fábricas con una capacidad total de más de 50 GWh, con la planta de Freyr a la cabeza, que producirá 35 GWh, más de la mitad de todo el país.
Una potente infraestructura de recarga
Noruega ha eliminado por completo una de las barreras principales del vehículo eléctrico: la falta de puntos de recarga. En el índice que mide la proporción de vehículos electrificados en relación con la población motorizable han alcanzado 232,6 puntos sobre 100. España está en 11,3.
Con todo ello, se calcula que Noruega, en materia de electromovilidad, va como mínimo 10 o 15 años por delante de España.