El informe ‘Coches eléctricos 2023-2043’ profundiza en la evolución del mercado de los vehículos eléctricos
La empresa de estudios de mercado IDTechEx informa sobre las cinco tendencias tecnológicas clave que marcarán el automóvil eléctrico del mañana. Con el informe ‘Coches eléctricos 2023-2043’ proporciona una inmersión profunda en los futuros mercados automotrices con pronósticos granulares a largo plazo.
Este mercado ha estado creciendo desde 2011 y, según IDTechEX, en 20 años los automóviles eléctricos serán el 76 % de todos los ingresos del transporte electrónico. Por esto es importante conocer cuáles son las tendencias que crecerán en los próximos años en este sector:
- Paquetes y celdas de batería de iones de litio avanzadas.
- Electrónica de potencia.
- Motores eléctricos sin imanes
- Celdas de combustible más ‘verdes’.
- Gran autonomía.
Las celdas de iones tienen que mejorar su rendimiento y reducir los riesgos ambientales y de suministro. Es por ello que se espera que haya mejoras y alternativas a las baterías de iones de litio en los próximos años.
Los elementos clave a mejorar serán: cátodos, ánodos, diseño de celdas y densidad de energía. El informe IDTechEx encuentra que las celdas de batería de hasta 400 Wh por kg tendrán presencia en los mercados principales para 2030.
Por otro lado, los avances en la potencia buscan mejorar la eficiencia del tren motriz, lo que permite reducir la capacidad del paquete de baterías o mejorar el alcance. Este factor va a centrarse en la transición a MOSFET de carburo de silicio y plataformas de vehículos de alto voltaje a 800 V o más. En 2031, avanza el informe, las plataformas de 800 V y los inversores de SiC alcanzarán al menos el 10 % del mercado.
Los motores sin imanes, más sostenibles
En relación a los motores eléctricos, informa que seguirán dominando los que utilizan imanes permanentes, pero también habrá hueco en el mercado para aquellos que no tienen imanes con el aumento de la importancia del costo y la sostenibilidad.
Las celdas de combustible tendrán que reducir el costo de los componentes del sistema de celdas de combustible. Esta tecnología avanzará hacia la necesidad del hidrógeno ‘verde’ de bajo costo que será vital para que los FCEV brinden las credenciales ambientales con las que se venden.
Por último, en cuanto a la autonomía, esta se convertirá en una tecnología disruptiva que terminará cubriendo el 47% del mercado.