El 1 de julio entraron en vigor dos nuevas pruebas obligatorias en las inspecciones a los vehículos: la comprobación del número de bastidor y la del ordenador de abordo.
El pasado 1 de julio entraron en vigor dos nuevas pruebas en las revisiones de ITV. En la nueva versión del Manual de Procedimiento de Inspección de las Estaciones de ITV se señalaba que, a partir de esa fecha, los vehículos deberían pasar satisfactoriamente la comprobación del número de bastidor y la del ordenador de abordo.
La comprobación del número de bastidor consiste en verificar el VIN (número de bastidor de un vehículo) de aquellos que acuden a pasar la ITV. El VIN es una combinación única para cada coche de números y letras de hasta 17 dígitos que poseen todos aquellos que se han comercializado en Europa. El fin de esta prueba es registrar todos los vehículos y resulta útil porque en caso de robo podría saberse dónde se encuentra.
La otra nueva prueba hace referencia al ordenador de a bordo. Aquí se revisa el sistema de diagnóstico del OBD que hace posible que un ordenador externo esté conectado para que se pueda informar de manera automática de fallos o averías.
Las ITV, claves para reducir la siniestralidad
Con estas dos nuevas revisiones se aumenta el nivel de seguridad de los vehículos que circulan por carretera, contribuyendo así a mejorar la seguridad y reducir los accidentes de tráfico derivados de los fallos del vehículo.
Recientemente, un estudio publicado por el Instituto de Seguridad del Vehículo Automóvil “Duque de Santomauro” de la UC3M reveló que las inspecciones técnicas evitaron en 2021 148 fallecimientos y 13.110 heridos de los 15.641 accidentes que no se produjeron gracias a estas revisiones.
Desde Faconauto Seguridad Vial damos mucha importancia a estas inspecciones ya que, como prescriptores de seguridad, sabemos de los beneficios que traen para la seguridad en calles y carreteras el que circulen vehículos que han sido verificados como aptos en las revisiones periódicas de las ITV.